Se origina en los años 80 como un estilo
musical derivado del punk hardcore
americano, la palabra "emo" viene de Emotionalhardcoremusic. Los emo
se han extendido especialmente en Latinoamérica, siendo en su mayoría adolescentes
entre los 14 y 20 años. Se caracterizan por una visión muy negativa de la vida,
mostrándose al mundo como seres pesimistas y víctimas de una sociedad creada
pensando más en el capital y en los intereses privados que en sus verdaderas necesidades.
Han dado mucho que hablar más que por su pacifismo, porque son tildados de superficiales
y de seguir modas, lo cual en varias ocasiones ha generado peleas o rechazo
social hacia esta cultura urbana. Su atuendo característico es el de llevar un
peinado engominado cubriendo parte de la cara, uso de piercings, zapatillas
Converse, muñequeras, chapas, sudaderas con capucha, camisetas ajustadas especialmente
de color negro y calzoncillos a la vista. Se caracterizan por su inconformismo
y pesimismo, una lata preocupación por su apariencia física y se declaran en
contra de las moda, aunque aunque paradójicamente ser emo esté de moda. Tienen
una marcada tendencia a preguntarse el sentido de las cosas y no suelen tener
cercanía con las creencias religiosas. Una de sus frases más repetidas es "el emo nace, no se hace".